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Economía (de οiκος, que
se traduce por casa en el sentido de patrimonio
y νέμεωιν, administrar) es la ciencia social que
estudia las relaciones sociales que tienen que
ver con los procesos de producción, intercambio,
distribución y consumo de bienes y servicios,
entendidos estos como medios de satisfacción de
necesidades humanas y resultado individual y
colectivo de la sociedad. Otras doctrinas ayudan
a avanzar en este estudio: la psicología y la
filosofía intentan explicar cómo se determinan
los objetivos, la historia registra el cambio de
objetivos en el tiempo, la sociología interpreta
el comportamiento humano en un contexto social y
la ciencia política explica las relaciones de
poder que intervienen en los procesos
económicos.
La literatura económica puede dividirse en dos
grandes campos: la microeconomía y la
macroeconomía. La microeconomía estudia el
comportamiento individual de los agentes
económicos, principalmente las empresas y los
consumidores. La microeconomía explica cómo se
determinan variables como los precios de bienes
y servicios, el nivel de salarios, el margen de
beneficios y las variaciones de las rentas. Los
agentes tomarán decisiones intentando obtener la
máxima satisfacción posible, es decir, maximizar
su utilidad. La macroeconomía analiza las
variables agregadas, como la producción nacional
total, la producción, el desempleo, la balanza
de pagos, la tasa de inflación y los salarios,
comprendiendo los problemas relativos al nivel
de empleo y al índice de producción o renta de
un país.
Objetivo de Estudio de la Economía
El objetivo de la Economía es estudiar la
correcta distribución de los recursos escasos
para satisfacer las necesidades del ser humano.
En otras palabras, analiza la relación entre los
recursos, que son de caracter limitado y las
necesidades, que son de carácter ilimitado.
Economía para los Filósofos
La economía, para Aristóteles, es la ciencia que
se ocupa de la manera en que se administran unos
recursos o el empleo de los recursos existentes
con el fin de satisfacer las necesidades que
tienen las personas y los grupos humanos.
Su objeto de estudio es la actividad humana y,
por tanto, es una ciencia social. Las ciencias
sociales se diferencian de las ciencias puras o
naturales en que sus afirmaciones no pueden
refutarse o convalidarse mediante un experimento
en laboratorio y, por tanto, usan una diferente
modalidad del método científico. De acá su
complejidad y alto nivel de imprecisión,
valiéndose de las aproximaciones o por lo menos
definiendo la tendencia en el comportamiento de
las variables económicas, es arriesgado
aventurarse a predecir con una precisión cercana
al 100%, el sujeto de estudio "el sujeto
económico" es altamente dinámico y nociones que
derivan de lo que "debe ser", son propias de la
economía normativa y, como tales, no pueden
probarse. La economía se mueve constantemente
entre ambos polos.
La ciencia económica está siempre justificada
por el deseo humano de satisfacer sus propios
fines. Este aspecto de la definición propuesta
por Robbins es discutible y probablemente es el
que menos se ha desarrollado en toda la historia
del análisis económico salvo, acaso, por la
Escuela Austríaca y especialmente para la
producción de otros bienes y servicios. Este
concepto de coste, más allá del puro concepto
monetario, es propio de los economistas y se
conoce como coste de oportunidad. Para asignar
los recursos debe existir un criterio que
permita comenzar a realizar las pruebas sociales
y económicas.
La economía como ciencia
Antes de definir la economía como ciencia es
necesario mencionar que en la economía hay
diferentes puntos de vista, según el enfoque que
se adopte. Sin embargo, destacan dos: el enfoque
objetivo y el enfoque subjetivo; por lo tanto,
sobresalen la definición objetiva y la
definición subjetiva, que refieren a dos teorías
del valor (objetivo y subjetivo,
correspondientemente).
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